El yin es el principio femenino, la tierra, la oscuridad, la pasividad y la absorción. El yang es el principio masculino, el cielo, la luz, la actividad y la penetración. Según esta idea, cada ser, objeto o pensamiento posee un complemento del que depende para su existencia y que a su vez existe dentro de él mismo. De esto se deduce que nada existe en estado puro ni tampoco en absoluta quietud, sino en una continua transformación. Además, cualquier idea puede ser vista como su contraria si se la mira desde otro punto de vista. En este sentido, la categorización sólo lo sería por conveniencia. Estas dos fuerzas, yin y yang, serían la fase siguiente después del taiji o Tao, principio generador de todas las cosas, del cual surgen.
2 comentarios:
No puedo dejar de notar que, no digamos el 100, pero más del 90% de tus entradas tienen lugar luego de las 24 hs.
si ,casi todas jaja ,debe ser que suelo colgarme en la pc hasta tarde,que duermo poco, y que la noche tiene "ese nose que"
Publicar un comentario